viernes, 4 de octubre de 2013

Sobre detergentes, lavavajillas y multinacionales.

La multinacional anglo holandesa Unilever tiene la sede en Cataluña. Se da la circunstancia de que en 2006 concentró su actividad en esta región, en detrimento de Madrid, si bien tenía fábricas en Pais Vasco y Aranjuez. Curiosamente, su Presidente apareció en noticias relacionadas con su detención al hilo de las actuaciones vinculadas con la operación Pitiusa sobre actividades ilícitas de  espionaje.

Por cierto, la Generalitat facilitó de forma muy generosa la financiación de la compra de marca Frigo por parte de Unilever...

 ...mientras la fábrica de Aranjuez no parece pasar por sus mejores momentos.

En el año 2006 "la oficina barcelonesa gestionaba dos tercios de las ventas de Unilever en España y tres cuartas partes del beneficio"

Unilever comercializa entre muchas otras las marcas de detergente Skyp, que desde lustros usaba el que les escribe como detergente para la ropa.

Por otro lado, la marca de detergentes Colón, de la multinacional Reckitt Benckiser está domiciliada en  Barcelona, con fábrica en Granollers,

El fabricante de Colón también produce la marca Calgonit-Finish.

Dadas las circunstancias por las que me encuentro especialmente incómodo aportando mis recursos a empresas radicadas en Cataluña, he debido pasarme al detergente de la competencia de Skip, Ariel.

Ariel es una marca propiedad de la multinacional norteamericana Procter & Gamble que tiene radicada su filial española en...Alcobendas. Y por ello tributa en Madrid. De paso, me gustaría señalar que Fairy, que lo mismo vende el chorrito para lavar la vajilla a mano como cápsula para lavar vajilla a máquina es támbién de P&G.

En resumidas cuentas, he debido dejar de comprar Skip para pasarme a Ariel, y en lo relacionado con el lavavajillas, me he pasado a Fairy, pues la alternativa que tenía hasta el momento, Calgonit-Finish quedaba obviamente descartada.

Ariel y Fairy en lugar de Skip y Finish Calgonit. Esa es mi opción.

Para serles sinceros no he apreciado ningún cambio en las cualidades de los nuevos productos. Es lo bueno de pasar, como consumidor, de multinacional implantada en el sector a multinacional igualmente implantada.

Por desgracia, no siempre será así, y el boicot -ya es hora de hablar claro- me está produciendo algunas mermas de calidad y, en algunos sectores, he debido de tragarme mis ideas y comprar catalán.

Eso sí, como rara excepción,  consolándome en  que cuantitativamente no es relevante.

Ya les contaré en que productos ha debido dar marcha atrás.